Performance cuestiona la idea de perfección
Inspirándose en el cortometraje de 1967 “Det perfekt menneske” (“El humano perfecto”) del cineasta danés Jorgen Leth, las directoras Trinidad Piriz (“Helen Brown”, “Ithaca”, “FIN”) y María José Contreras (recientemente seleccionada como una de las 100 artistas internacionales de performance más prometedoras por la prestigiosa editorial británica Routledge) presentan en el Campus Oriente de la Universidad Católica la performance “Domestik”.
El montaje, que cuenta con la participación de los performers Lucas Balmaceda, Ornella de la Vega, Javiera Astudillo y Aarón Gray, estará en cartelera los días 1 y 2 de septiembre con dos funciones diarias: 18:30 y 20.00 horas. La entrada es liberada, previa inscripción en performancedomestik@gmail.com
He aquí al humano. He aquí al humano perfecto. Veremos al humano perfecto funcionando. ¿Cómo funciona un ente así? ¿Qué clase de cosa es? Lo veremos. Lo investigaremos. Veremos qué aspecto tiene el humano perfecto. Y qué es capaz de hacer. Con esta presentación, el periodista y cineasta danés Jorgen Leth (conocido por ser el maestro de Lars Von Trier) da inicio a su cortometraje “Det perfekt menneske” (1967), un filme de 13 minutos de duración que, más bien, se asemeja a un estudio antropológico. En él, un hombre y mujer (elegantemente vestidos y en blanco y negro) realizan una serie de acciones cotidianas como comer, bailar y hasta cortarse las uñas. ¿El propósito? Generar una reflexión crítica en torno a la definición de perfección en el ser humano.
Bajo el título de “Domestik” las directoras Trinidad Piriz y María José Contreras deciden realizar su propia investigación. “Nos interesa reflexionar desde lo escénico en la idea de perfección humana, situándolo en el contexto de lo doméstico y cotidiano” señalan Piriz y Contreras.
La performance trabaja con un formato interdisciplinario donde lo performático y lo audiovisual dialogan de forma sinérgica. En “Domestik”, cuatro performers recrean las principales acciones del cortometraje, mientras se graban, simultáneamente, a través de tablets y teléfonos inteligentes. El público podrá ver tanto el desarrollo de los movimientos in situ como su proyección en el fondo de la sala, gracias al desarrollo de una aplicación especialmente generada para la performance. En pocas palabras, la audiencia verá una suerte de película que se estará realizando en vivo.
“En el Chile actual nos parece de crucial importancia que las artes escénicas permitan interrogar los propios imaginarios respecto la ‘normalidad’ y, por lo tanto, al ideal de perfección”, finalizan las directoras.
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