“Del por qué los arquitectos tenemos la obligación de dar Liebre por Gato».

La promiscuidad funcional, la rehabilitación patrimonial y la flexibilidad de la arquitectura fueron los principales tópicos abordados por el arquitecto español Luis Alonso en su charla inaugural del año académico de la Facultad de Arquitectura de la UDD.

Con el título “Del por qué los arquitectos tenemos la obligación de dar Liebre por Gato» y con la presentación del decano Pablo Allard, el socio fundador de Alonso, Balaguer y Arquitectos y Asociados sostuvo, ante una audiencia de estudiantes, que los arquitectos tienen el deber de entregar mucho más de lo que les exige un mandante, un valor añadido en cada una de sus propuestas.

“Tenemos una responsabilidad social, pero no hemos sabido ganarnos el respeto de los políticos para que cuenten con nosotros. Hay que impulsar sinergias entre los sectores público y privado, pero siempre teniendo presente los costos de nuestros proyectos”, sostuvo Alonso.

Alonso revisó bajo sus tópicos doce de sus principales proyectos, entre los que se contaron el Centro Lúdico y Comercial ubicado en la antigua Plaza de Toros de Las Arenas de Barcelona; la Torre Bacatá en Bogotá, uno de los rascacielos de mayor altura de Latinoamérica; y el edificio Alonso, ubicado en Alonso de Córdova, comuna de Vitacura, entre otros proyectos en Chile.    

En la actualidad la oficina tiene su sede central en Barcelona, y oficinas en Santiago, New York, Bogotá y Lima. Con un equipo multidisciplinar desarrolla proyectos de arquitectura, planeamiento urbanístico, diseño interior, diseño industrial y diseño gráfico. Un trabajo compuesto de edificios en altura, centros deportivos, hoteles, centros médicos, viviendas sociales, edificios multifuncionales, publicaciones, etc.