Finlandia: del frío nórdico al calor del liderazgo en tecnología de defensa
Finlandia, con apenas cinco millones de habitantes, ha emergido como uno de los centros más activos de Europa en el desarrollo de tecnología de defensa. Esta transformación se ha visto acelerada desde el inicio de la guerra en Ucrania y su posterior ingreso a la OTAN. Actualmente, el país cuenta con 368 empresas dedicadas a este sector, muchas de ellas startups de rápido crecimiento con productos de uso dual que también sirven en otras industrias.
Una de estas compañías es Varjo, que desarrolla cascos de realidad mixta para entrenamientos militares. Estos dispositivos permiten simular misiones de alto riesgo y reducir los costos de ejercicios en terreno. Su CEO, Timo Toikkanen, señala que el conflicto en Ucrania “inyectó esteroides” al interés por estas tecnologías. Desde 2022, Varjo ha recaudado más de 54 millones de dólares.
Otra emergente es Kelluu, que comenzó desarrollando herramientas para monitorear el clima, pero giró su enfoque hacia la seguridad y vigilancia tras el inicio de la guerra. Su director, Janne Hietala, comenta que el cambio fue impulsado por la necesidad de aportar a la defensa nacional, un sentimiento compartido por cerca del 80% de la población, dispuesta a defender su país.
Esta mentalidad se explica en parte por la historia y la geografía. Finlandia comparte más de 1.300 km de frontera con Rusia, y el recuerdo de la Guerra de Invierno con la URSS sigue muy presente. La defensa es vista como un deber constitucional, con servicio militar obligatorio para los hombres.
El auge también se debe al talento local. Muchos trabajadores del sector tecnológico tienen raíces en Nokia, lo que ha generado una base sólida de experiencia e innovación. Además, el gobierno finlandés ha creado programas de financiamiento como el de Business Finland, que destina más de 120 millones de euros al desarrollo de tecnologías de defensa y resiliencia digital.
Pese al crecimiento, no todo es sencillo. Startups como Kelluu enfrentan la burocracia de grandes contratistas y gobiernos que exigen procesos lentos y rigurosos, lo que choca con el ritmo ágil e iterativo de las nuevas empresas. También hay competencia global por talento en software especializado, aunque Finlandia apuesta a que su prestigio en innovación, su calidad de vida y su seguridad ayuden a atraer profesionales clave.
Con una mezcla de urgencia geopolítica, experiencia técnica y apoyo estatal, Finlandia ha encontrado en la defensa un nuevo motor de desarrollo tecnológico que no muestra señales de desaceleración.