Esta semana se publicaron los resultados del Barómetro de la Brecha Digital Ciudadana 2021, creado por el Observatorio Iberoamericano de Comunicaciones Digitales (OCD) y realizado junto a la Subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel), la Facultad de Ingeniería y Ciencias de la U. Adolfo Ibáñez y la iniciativa Conacción.

El estudio reveló que las mujeres, las personas de bajos recursos y las personas con menores niveles educativos presentan mayores dificultades al momento de acceder a determinados servicios digitales, ya sea teletrabajo, compras en línea, educación virtual y trámites del Estado y de salud.

Por ejemplo, la diferencia en el acceso a los mencionados servicios entre quienes tienen un ingreso mensual por debajo de los $352.743 y quienes ganan sobre $611.729 es significativa. Para el primer grupo, la dificultad percibida en el teletrabajo fue de un 86% y para el segundo fue un 68%.

Asimismo, el primer grupo presenta un 87% para la educación en línea frente al 64% del segundo. En trámites virtuales del Estado la temática es similar: 80% en el primer grupo y 55% entre quienes tienen mejor salario.

Además, el documento reveló que el 77% de las mujeres tuvieron mayores dificultades para acceder a estos servicios en comparación al 61% de los hombres. Desglosados, la diferencia de las primeras con los segundos fue de 82% vs 66% en teletrabajo, 82% vs. 65% en educación en línea, 71% vs. 60% en trámites virtuales del Estado, 74% vs. 62% en trámites virtuales de salud y 7$% vs. 53% en comercio electrónico.

Respecto a las diferencias educacionales, si se contrasta a la población que solo tiene formación básica frente a la que cuenta con un posgrado, los primeros tienen un 91,1% de dificultades para acceder a la opción de trabajar contra el 62,5% de los segundos. Lo mismo se repite en la educación en línea, con un 90,2% vs. 49,71%, y con el comercio electrónico, con un 88,6% contra un 46,4% dificultades.

La encuesta reveló que una gran cantidad de la población (74,1%) catalogó como de «alto valor» la digitalización y la necesidad de aprender a digitalizarse. Entre las dificultades que identifican están los problemas de conectividad, que decae cuando varios miembros de la familia se conectan al mismo tiempo. También se menciona la carencia de dispositivos o de energía eléctrica y el doble rol de trabajo o estudio y cuidado del hogar en el caso de las madres.

Frente a los resultados, la subsecretaria de Telecomunicaciones, Pamela Gidi, remarcó la desigualdad que se genera en las mujeres: «Ya la pandemia del covid-19 está generando enormes consecuencias para las mujeres de todo el mundo, y Chile no ha sido la excepción, ya que las brechas pre pandémicas existentes se han agravado y amenazan con ampliarse aún más».

«Además, un estudio de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) señala que a pesar de que hay alrededor de 4.100 millones de personas conectadas en el mundo, el uso de Internet entre las mujeres está disminuyendo. El informe, basado en información de 85 países, indica que en 61 de ellos la cantidad de hombres con teléfonos móviles es mayor que la proporción de mujeres», agregó.

En ese sentido, la funcionaria estatal explicó que «como Gobierno estamos desplegando una serie de iniciativas que se hacen cargo de la dolorosa brecha digital que afecta a nuestros usuarios a través de la implementación de redes fijas de alta velocidad, como los proyectos Fibra Óptica Nacional, Fibra Óptica Austral y Última Milla, duplicando los kilómetros de fibra óptica disponible en el país; así como redes móviles de última generación, como será el despliegue de 5G con las contraprestaciones sociales que beneficiarán a 366 localidades de todo el país».

Los anuncios aparecen en el Acuerdo Nacional por la Conectividad para reducir la brecha digital en Chile, proyecto que implica alrededor de US2.000 millones.

ATON Chile – P.C.