Con peras y manzanas: ¿Cuáles son las alternativas de financiamiento que existen para las pymes y pequeños negocios?
Cuando se comienza un negocio una de las trabas más importantes y que deja buenos proyectos en el camino es la falta de liquidez que se crea por la obligación de pagar en forma puntual sueldos, arriendos, impuestos, etc… y el difícil acceso a créditos y herramientas de financiamiento en esta etapa. Si eres de los que no conoces cuáles son, en qué consisten y las ventajas sobre los créditos, aquí algunas recomendaciones.
Existen muchas buenas ideas, emprendedores y ejecutores con talento, pero la mayoría de las veces la falta de liquidez hace que buenos proyectos queden en el camino. En esta etapa, una queja frecuente es el difícil acceso a herramientas de financiamiento que son necesarias aun en los negocios más rentables, esto porque las obligaciones de pago de la empresa no pueden esperar, y los dineros tardan en llegar. Aquí algunas buenas alternativas de financiamiento.
ALTERNATIVAS DE FINANCIAMIENTO
En primer lugar se encuentra el Factoring, que es un instrumento financiero que financia las cuentas por cobrar de las empresas, resolviendo problemas de liquidez y de descalce financiero. Además lleva consigo la cobranza de las facturas, la recaudación de las mismas y un análisis de riesgo de los pagadores. “Es bastante
utilizado por las empresas que se encuentran en la etapa de formación o crecimiento, que tienen un ciclo operativo muy largo o que reciben sus pagos a 30 días o más, hoy por hoy, a un plazo promedio de 56 días. Por nuestra parte hemos podido apreciar un aumento en su demanda durante el primer trimestre de este año debido al repunte de la actividad económica y a las restricciones que tienen muchas pymes para acceder a crédito en la banca”, señala Francisco Goycoolea, gerente comercial de CFC Capital.
Otra alternativa que resuelve necesidades de financiamiento para la adquisición de activos fijos es el leasing, un instrumento de financiamiento que consiste en que la empresa de leasing (arrendador) adquiere activos fijos para mediante un contrato de arrendamiento a un plazo determinado, ponerlos a disposición del cliente (arrendatario), quien paga rentas mensuales que en su totalidad amortizan el valor del bien y, que al final del plazo, mediante una opción de compra que generalmente es equivalente al valor de la renta mensual, el cliente compra el bien arrendado. “Es una excelente herramienta para emprendimientos y pyme que tienen al menos 6 meses de funcionamiento y requieren comprar activos fijos, por ejemplo: vehículos, camiones, terrenos, oficinas, etc.”, afirma el gerente comercial.
Por último también existe la alternativa de Leaseback, el cual es un instrumento financiero que permite transformar un activo fijo en liquidez. Esta opción ha visto un crecimiento importante entre el 2016 y el presente año. “Esta operación se realiza mediante un contrato de compraventa, donde la empresa de leasing compra a su cliente alguno de sus activos fijos otorgándole liquidez inmediata con el pago del precio pactado” comenta Goycoolea. Es importante que como el cliente tiene que seguir utilizando dicho activo en su actividad comercial, la empresa se lo entrega en arriendo mediante un contrato, de arrendamiento a un plazo determinado quedando a su disposición, al igual que en una operación de leasing convencional. Al final del periodo pactado existe también una opción de compra (de igual valor a las rentas mensuales) que permite hacerse nuevamente dueño al propietario original.
Es muy importante señalar que las alternativas leasing y leaseback tienen además un importante beneficio tributario para el cliente que le permite ahorrar en el pago de impuestos.
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