En Chile casi la mitad de la población infantil debe utilizar frenillos
Entre los problemas dentales más comunes que afectan a este grupo se encuentran mordida invertida y paladar estrecho producto de la succión del pulgar, chupetes o mamaderas.
De acuerdo con cifras entregada por la Clínica Ortodontik, en Chile más de un 70% por ciento de los niños menores de 5 años presenta al menos un hábito oral disfuncional, es decir “actos que realizan conscientemente y luego inconscientemente”, sostiene la directora del centro dental, Tamara de Mayo.
Entre los más frecuentes se encuentran: succión en más de un 60% de los casos -cerca de los 3 años-; interposición lingual 32.8% -a los 6 años- y la sobre mordida vertical profunda con respiración bucal, con un 5% a los 4 años.
La ortodoncista sostiene que de no “solucionar estas complicaciones, éstos empeoran a medida que el niño crece, pudiendo incluso existir problemas de mordida tan graves que requerirán de una cirugía ortognática de los maxilares al término del crecimiento».
Es entonces, cuando surge la ortodoncia como único tratamiento recomendado para corregir tales problemas. El uso de frenillos hoy en día es tan común, que la directora de Ortodontik sostiene que en Chile hablamos de que “cerca de un 40 por ciento de la población infantil los debe usar; siendo los 12 años la edad promedio en que colocamos los frenillos, aunque existe un grupo que, por tener un problema de mordida más complicado o un desarrollo más adelantado, los están usando cerca de los 8 años”.
En cuanto a la duración, el tiempo promedio es de dos años. “Ahora bien, si el niño necesita frenillos antes de que cambie todos los dientes de leche y es muy pequeño podrá usarlos por un período más corto, entre 6 y 18 meses. Sin embargo, sí o sí volverá a necesitarlos cuando termine de crecer”, acota de Mayo.
Para saber si su hijo necesita usarlos, la ortodoncista aconseja a los papás, ver si su niño tiene los dientes muy chuecos o una mala mordida. De esta forma, para evitar que el problema empeore con los años, lo “conveniente es realizar una evaluación con el ortodoncista a los 8 años, siendo lo más importante tomar una RX panorámica para estar seguro de que todos los dientes definitivos vienen o no correctamente”.
¿Y los Adultos qué?
En los últimos años, el uso de frenillos en los adultos también ha crecido de manera exponencial, de hecho “estimamos que cuatro de cada diez personas que usan frenillos tienen más de 30 años”, sostiene Tamara de Mayo, ortodoncista y directora de la Clínica Ortodontik.
En este grupo, se encuentran “los que nunca usaron frenillos cuando niños y los que sí, pero necesitan colocarse nuevamente”.
Para ellos, de Mayo comenta que “nunca es tarde para resolver problemas estéticos como un diente chueco. Aun que sí, debo reconocer, que es más difícil de corregir problemas de mordida”. Y, agrega: “ lo importante en el caso de los adultos es saber si los dientes estuvieron siempre chuecos, o por el contrario se fueron apiñando con el tiempo. En este último caso es importante consultar a la brevedad porque quiere decir que el problema puede agravarse con el tiempo”.
Como alternativa de tratamiento a los frenillos, para los que tienen un problema leve, existen dos alternativas: alineadores invisibles, que se ponen y sacan, siendo completamente transparentes; y las carillas cerámicas. «Éstos los usamos cuando los dientes están muy manchados o desgastados por el bruxismo y sólo se encuentran levemente apiñados. En dicho caso, estas carillas de porcelana cubren la cara frontal de los dientes dando un aspecto nuevo de inmediato”.
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