Más de un 30% de la pérdida de información ocurre por no tener equipos protegidos
Hackers aprovechan el descuido de los usuarios o la falta de protección entregada por las organizaciones para cometer delitos informáticos y robar información sensible.
El nivel tecnológico y la penetración a internet que ha alcanzado Chile permiten que los usuarios estén siempre conectados y sea un poco más difícil desvincularse de la oficina. De hecho, el 76% de la población chilena se declara usuaria permanente de internet, según la Séptima Encuesta Nacional de Acceso y Usos e Internet realizada por la SUBTEL. Esta cifra pone al país por sobre el promedio de América Latina, aunque aún por muy debajo de Europa.
Lo cierto es que, cada vez son más las empresas que permiten el teletrabajo lo cual puede generar graves problemas si es que no se toman las medidas de resguardo necesarias. Y es que los hackers aprovechan el descuido de los usuarios o la falta de protección entregada por las empresas para cometer delitos informáticos y robar información sensible. De hecho, las cifras muestran que un 30% de la pérdida de información ocurre por tener equipos no protegidos. “Es lógico. Un entorno doméstico puede llegar a ser mucho más riesgoso que uno corporativo, ya que no se cuentan con las medidas de protección necesarias en comparación a las que una empresa si maneja”, señala Hans Erpel, gerente comercial de la multinacional NovaRed. Peor aún, cuando las empresas no entregan un equipo asignado a sus trabajadores asegurando las medidas de resguardo, y en cambio, los trabajadores utilizan sus propios aparatos que no siempre cuentan con sus actualizaciones tanto a nivel de sistema operativo, aplicativos y antivirus. Las cifras muestran que existe más de un 50% de riesgo asociado al mal uso de información empresarial alojada en equipos personales.
A pesar de que existen diferentes riesgos, algunos realmente básicos como lo son el robo de una contraseña, un fallo en el equipo o inclusive la pérdida o robo de este, que pueden hacer que el ladrón termine en su poder con información empresarial confidencial, el teletrabajo no tiene que ser necesariamente sinónimo de peligro. “Las empresas pueden estar tranquilas al permitir que sus empleados lleven trabajo a la casa siempre cuando establezcan protocolos previos de cómo actuar en ciertos casos y entregando las herramientas de tecnologías necesarias para la protección de los notebooks, smartphones, etc., dependiendo sea el caso”, agrega el experto.
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