Menopausia y climaterio: Lo que deberían saber las mujeres
Destacados médicos del área ginecológica recomiendan consultar e informarse sobre los tratamientos que mejoran la calidad de vida de las pacientes en este periodo, y llaman a confiar en las terapias de reposición hormonal.
En la actualidad, existen 3,3 millones de mujeres chilenas mayores de 45 años, cada una de ellas transitando hacia la menopausia o viviendo la etapa del climaterio con diferentes manifestaciones. Además, su expectativa de vida se ha prolongado hasta los 81 años en nuestro país, lo que abre un nuevo escenario para este periodo del género, con dudas individuales y problemáticas sociales derivadas de su aparición.
En el contexto del seminario “Climaterio y Menopausia: Lo que deberían saber las mujeres”, organizado por Laboratorio Chile – Teva, tres expertos se dieron cita para desmitificar creencias equivocadas, tanto sobre los síntomas y consecuencias de no tratarlos, así como de los miedos infundados a la terapia hormonal y la necesidad de un manejo integral de la misma.
Los médicos enfatizaron que esta etapa es “más que bochornos”, por lo que las afectadas deberían conocer sus derechos a optar a la mejor calidad de vida posible. Para eso es necesario tener claridad que “a más síntomas, más problemas se presentan”, que existen tratamientos eficaces –las Terapias de Reposición Hormonal (TRH) reducen sus manifestaciones, mortalidad y bajan las enfermedades crónicas-, además de Orientaciones Técnicas por parte del sistema de salud, que entrega cobertura nacional y un modelo adecuado para su trato.
Definición, síntomas y terapia
El Dr. Arnaldo Porcile, experto en ginecología y reproducción humana, aclara que este es un proceso normal en las mujeres. “Debemos entender como climaterio la claudicación fisiológica de los ovarios, y la menopausia se refiere, básicamente, a la última menstruación. El climaterio que empieza antes que la última menstruación es denominado pre-menopáusico y el posterior, post-menopáusico”, explica.
En ese sentido, el académico es categórico al precisar que “cuando el ovario claudica, lo hace para siempre”, por lo que la sobrevida de las mujeres en condiciones de carencia de estrógeno, considera un deterioro de su nivel de vida, lo que duplica el riesgo de enfermedades coronarias, aumenta el riesgo metabólico e incrementa el peligro de fracturas por osteoporosis, entre otros.
El médico internista, endocrinólogo y profesor adjunto de la U. de Chile, Dr. Sergio Brantes, evidencia una realidad muy representativa al momento de atender a sus pacientes que transitan hacia el climaterio. “Las mujeres tienen una etapa llena de autonomía, pero llega la menopausia cerca de los 50 años y se les vienen encima los paradigmas de la vejez y una serie de síntomas que deterioran su calidad de vida”, apunta.
En ese sentido, es enfático al advertir que ellas deben consultar a un profesional cuando aparecen indicios como dolor articular, insomnio, bochornos, sudoraciones o palpitaciones, alteraciones menstruales, molestias urinarias, sequedad vaginal y problemas emocionales, como depresión, ansiedad, angustia o irritabilidad.
La indicación de un tratamiento apropiado es esencial de acuerdo al Dr. Brantes. “La TRH de hoy es técnica, y lo es porque hay perfiles de riesgo y beneficio que individualizan cada terapia. La mujer post-menopáusica puede reivindicar biológicamente su cuerpo privado de estrógenos con recursos que conocemos de la A a la Z. ¿Qué significa esto? Que sabemos los riesgos, beneficios y cuáles son las mejores terapias según las características personales”, puntualiza el asesor del Ministerio de Salud en el Programa de Salud de la Mujer.
Seguridad de las TRH y beneficios asociados
En 2002 se conocieron los resultados de la Iniciativa de Salud de la Mujer (WHI), sobre el uso de la terapia hormonal para reemplazar la falta de estrógenos después de la menopausia. Sin embargo, el desconocimiento y creencias equivocadas sobre este tratamiento han dado pie a que muchas mujeres no se traten en esta etapa, con consecuencias negativas innecesarias, que perjudican su salud y calidad de vida.
Luego de 13 años de análisis de este estudio, se concluye que el tratamiento con estrógenos es seguro y efectivo. Además, se ha demostrado que los estrógenos conjugados disminuyen levemente, pero con significación estadística, el cáncer de mama. “Incluso solos, los estrógenos reducen, aunque mínimamente, el riesgo de padecer esta enfermedad”, asegura el Dr. Carlos Rencoret, ginecólogo, oncólogo mamario y Past President de la Sociedad Chilena de Mastología. Asimismo, aplicando la misma terapia, el riesgo cardiovascular decreció cuando se inició antes de los 60 años, o si no habían transcurrido más de 10 años desde la menopausia, es decir, desde la última menstruación.
El experto llamó a confiar en el tratamiento con estrógenos y su combinación con varios tipos de progestinas, pues las múltiples fuentes de información, incluyendo prolongados estudios de seguimiento en Europa, concluyen que es seguro. Las Sociedades científicas también han sido enfáticas en repetir que es necesario revertir la desinformación, para evitar el daño que la omisión injustificada causa a la salud de millones de mujeres en el mundo.
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