¡Mi hijo repitió!
Para la Psicóloga Liz Amador, a la hora de evaluar la o las razones de la repitencia de un estudiante, se deben tener presente varios factores como: madurez, hábitos, ambiente y desarrollo cognitivo. La profesional explica que en lugar de castigar, se debe enseñar a reflexionar respecto de la situación, y a tomar medidas para mejorarla.
Llegó fin de año, y junto con él finalizan los deberes escolares y universitarios. La familia se re-encuentra al momento de la evaluación de los logros obtenidos o las batallas perdidas. Pero ¿qué ocurre cuando un niño repite el curso?, ¿cómo afrontar el fracaso académico?, ¿qué hacer cuando un estudiante universitario expresa que ya no quiere continuar su carrera?
Para la Psicóloga Liz Amador a la hora de evaluar la razón por la que un niño, adolescente o joven no logra lo académicamente esperado, hay que considerar diversas variables:
Factor madurativo. Es posible que el estudiante, a pesar de tener la edad cronológica adecuada para estar en el curso en el que se encuentra, no presente el desarrollo madurativo requerido. En el caso de que el niño no tenga la edad madurativa adecuada, le será muy complejo lograr lo que se espera en su grado académico.
Factor cognitivo. Motivación, concentración, atención y memoria son procesos esenciales en el aprendizaje. El estudiante puede estar presentando dificultades en alguna parte de este proceso, y a pesar de estudiar no obtiene buenos resultados.
Factor hábitos. Si no hubo hábitos de estudio instalados, era muy factible que el estudiante no lograra su mejor resultado. Cuando se quiere obtener un logro se debe avanzar hacia él. Paso a paso se llega a la meta. Tener un calendario con fechas importantes, conocer estrategias de aprendizaje, mnemotecnias, y aplicarlas, estudiar una cantidad determinada por día, dormir alrededor de ocho horas por noche, practicar deporte y alimentarse sanamente, son algunos de los hábitos de quienes obtienen éxito académico.
Factor ambiental. Situaciones tensas como la separación de los padres, un contexto académico poco grato, el no tener un lugar apropiado para estudiar, el tener responsabilidades inadecuadas para la edad, son generadoras de un alto grado de cortisol, también llamada “la hormona del estrés”, la cual tiene dentro de sus consecuencias el dificultar la capacidad de aprendizaje y adquisición de conocimientos nuevos. Además, se pueden sumar emociones disruptivas como ansiedad y angustia.
¿Cómo enfrentar el momento de la noticia?
La psicóloga Liz Amador, explica que si el niño o adolescente ha repetido la educación básica o media, se debe evaluar cuál es la razón, e intervenir en esa área durante las vacaciones para que el nuevo año académico sea más exitoso. Para esto es bueno conversar tranquilamente con el estudiante, recuerde que los gritos y el descontrol lo desautorizan frente a un hijo, pues evidencia que usted no puede regularse emocionalmente. También es bueno establecer metas académicas para el próximo año, y un plan de acción para llegar a ellas. Recuerda que los hábitos son esenciales.
¿Debería castigar a mi hijo por repetir?
En lugar de castigo, es más adecuado hablar de consecuencias. La especialista recomienda que las consecuencias tengan relación con trabajar para mejorar las dificultades relacionadas a lo académico y corregir conductas que interfieren en el buen desempeño. Reforzar cada logro y poner límites claros es esencial cuando estas educando a una persona que aún está en formación.
¡A mi hijo ya no le gusta su carrera!
Si ya es difícil cuando tu hijo repite un curso en el colegio, imagínate lo complicado que debe ser para un estudiante, que tras cursar uno o más años de una carrera superior, se quiere cambiar o retirar.
Para la psicóloga Liz Amador “al momento de elegir una carrera es esencial preguntarle si tiene certeza de lo que desea estudiar, o si necesitará una asesoría vocacional”.
¿Cuáles son las causas porque los estudiantes quieren abandonar su carrera?
Entre las razones que generan el deseo de cambio son:
– Frustración, baja autoeficacia, sentimiento de no poder rendir en esa disciplina
– Sensación de desagrado, la carrera no genera interés
– Contexto académico adverso, sentirse poco incluido
– Decisión de carrera tomada con poca reflexión o poco apoyo del entorno
– Intento de cumplir con expectativas familiares antes de optar por lo que realmente se desea
– Auto-boicot que evita el pasar a una etapa de adultez.
La psicóloga Liz Amador recalca “no olvide conversar con sus hijos e hijas, y buscar soluciones realistas y eficientes para el logro de las metas. Enseñe a su hijo/a que es capaz de llegar a sus objetivos, ayúdele a creer en sí mismo/a. Y no olvide que a veces hay que volver a empezar para avanzar”.
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