Este miércoles, a partir de las 10:00 horas, se llevó a cabo la sesión ordinaria número 113 de la Cámara de Diputados. El primer punto de la agenda fue el análisis del informe de la comisión mixta respecto al proyecto de ley que busca crear el Ministerio de Seguridad Pública.

Después de tres horas de discusión, el informe fue aprobado con 91 votos a favor, 28 en contra y seis abstenciones, lo que permitió que el proyecto fuese despachado para su promulgación.

La ministra del Interior, Carolina Tohá, estuvo presente durante la sesión, al igual que en la discusión previa en el Senado. Durante el debate, algunos parlamentarios expresaron su desacuerdo con la iniciativa, que fue presentada durante el gobierno de Sebastián Piñera y se ha convertido en uno de los proyectos emblemáticos de la actual administración en temas de seguridad.

Críticas desde la oposición
El diputado José Carlos Meza, del Partido Republicano, criticó duramente la medida, asegurando que no contribuirá a resolver el problema de la delincuencia. «Esto solo añade más burocracia, lo que no solucionará nada. Este proyecto es una burla, y lo único que logrará es facilitar la vida de los políticos, mientras que la ministra dejará de asumir su responsabilidad en la seguridad de los chilenos», afirmó Meza.

Por su parte, el diputado Miguel Mellado, de Renovación Nacional, expresó su rechazo a las atribuciones que el proyecto otorga a los seremis del nuevo ministerio. «Es preocupante que se le entregue a un seremi la responsabilidad del orden público y el auxilio de la fuerza pública en el territorio, porque no serán considerados en estos temas críticos», señaló.

Durante el debate sobre la creación del Ministerio de Seguridad Pública, la sesión sufrió una pausa breve por falta de quórum luego de hora y media de discusiones. Una vez retomada, los diputados continuaron interviniendo con turnos de dos minutos cada uno.

Cerca del mediodía, la ministra del Interior, Carolina Tohá, tomó la palabra y advirtió que el rechazo al informe de la comisión mixta, que resolvía las diferencias entre ambas cámaras, dejaría al nuevo ministerio en una situación incompleta e inoperante. Según Tohá, las decisiones previamente aprobadas en el Congreso habían generado inconsistencias importantes que debían corregirse para garantizar el funcionamiento adecuado de la nueva institución.

Un ministerio técnico, no político
Tohá defendió la propuesta asegurando que fortalecería la capacidad del Estado para abordar de manera más efectiva y profesional el complejo y especializado tema de la seguridad. Destacó que el nuevo ministerio estaría enfocado exclusivamente en esta tarea, con un carácter técnico en lugar de político, evitando así que los debates contingentes entorpezcan el avance en esta área crucial.

“La seguridad no es un tema de opiniones o de popularidad en redes sociales”, afirmó, subrayando la necesidad de basar las discusiones en evidencia, experiencias y aportes de especialistas. Explicó que la politización excesiva del tema ha dificultado acuerdos en el pasado, y que contar con una cartera sectorial dedicada exclusivamente a la seguridad podría marcar una diferencia significativa en los esfuerzos futuros.