Bajo el argumento de evitar una crisis de abastecimiento, el Coordinador Eléctrico Nacional propuso retrasar la salida de las termoeléctricas a carbón Bocamina II y Ventanas II hasta el año 2023.

Según informó El Mercurio, la Comisión Nacional de Energía (CNE) analiza suspender el retiro de las instalaciones frente a los resultados del último informe de seguridad sobre el funcionamiento del abastecimiento de energía a nivel nacional.

Además, la institución apunta a las consecuencias de la escasez hídrica respecto a la sequía y el deshielo, ya que la actual reserva solo permitirá resolver complicaciones energéticas a corto plazo.

El retraso permitiría «reducir el consumo de petróleo diésel en 3.000 metros cúbicos por día, fundamental para la reducción de los déficits de suministro eléctrico que podrían presentarse a partir de los meses de junio y julio de 2022».

Cabe señalar que Enel tiene agendado retirar Bocamina II para mayo de 2022 y AES Gener haría lo propio con Ventanas II a fines de ese año.

Además del ajuste al plan de descarbonización, también se quiere incrementar el suministro de gas natural por encima de los niveles informados por los titulares de contratos de suministro de GNL. Específicamente se busca un volumen equivalente a tres buques extras en junio y agosto 2022.

Asimismo, se intentará contar con la disponibilidad completa de las centrales generadoras que utilizan diésel. Dicha medida es criticada por algunas empresas, alegando complicaciones de logística.

ATON Chile.