La norma internacional ECMA-370, de uso mundial, se divide en requisitos legales y de mercado, tanto en reciclaje como en políticas y sistemas de gestión ambiental

Como parte del compromiso medioambiental que tienen muchas empresas ligadas al ámbito tecnológico en el país, hoy algunas de ellas han ido incorporando soluciones sustentables que van de la mano con los retos de la Responsabilidad Social Corporativa (RSC), y junto con esto, han integrado a la declaración ecológica ECMA-370 la cual incluye medidas esenciales para seguir avanzando en el cuidado del ecosistema.

La norma ECMA-370, de uso mundial, se divide en requisitos legales y de mercado, tanto en reciclaje como en políticas y sistemas de gestión ambiental. Para ser parte de esta declaración ecológica, las empresas tecnológicas deben cumplir con requisitos ligados a sustancias y preparados peligrosos, baterías, seguridad, materiales de embalaje, diseño consciente del medio ambiente (como el desmontaje, reciclado, vida útil del producto), entre otros.

Recientemente, Worldline Chile es una de las compañías que se hizo parte del desafío del cuidado ambiental en todas las etapas del ciclo de vida de sus terminales de pago YOMANI, bajo la declaración ecológica ECMA-370, posicionándose como uno de los dispositivos mejores en su clase en la industria con parámetros ambientales.

Marcelo Sammartino, gerente de servicios comerciales para Latam señaló que “nos parce fundamental seguir avanzando en esta materia para aumentar el compromiso medioambiental a nivel global a través de esta declaración ecológica”. Y agregó que “nos aseguramos de que nuestros terminales de pago estuvieran integrados dentro de un sistema certificado de recolección y reciclaje de productos, baterías y materiales de embalaje que cuenten con información totalmente transparente”.

La compañía enfocada en servicios de pagos y transaccionales, proporciona materiales seguros y ambientalmente, puesto que sus productos están libres de sustancias que agotan la capa de ozono y están totalmente en conformidad con las directrices del Reglamento de la Unión Europea (REACH) para mejorar el medio ambiente contra los riesgos que pueden presentar los productos químicos, y RoHS (de las siglas en inglés Restriction of Hazardous Substances), la cual indica la restricción de ciertas sustancias peligrosas en aparatos eléctricos y electrónicos.