Teresa Marinovic protagoniza exabrupto inédito en la historia de la Convención
Un exabrupto de marca mayor protagonizó la tarde de ayer la convencional de derecha Teresa Marinovic, quien lanzó epítetos de grueso calibre en contra de la Convención y de sus colegas pocos minutos antes de brindar un punto de prensa en el frontis del ex Congreso Nacional.
Marinovic, en compañía de Katerine Montealegre (UDI) y Rocío Cantuarias (independiente con cupo Evópoli), había hecho abandono de la sala donde sesionaba la comisión de Derechos Fundamentales en señal de protesta por la metodología que propuso la coordinación a efectos de optimizar el uso del tiempo. En momentos que la convencional Cantuarias probaba el sistema de sonido para referirse al tema, la convencional Marinovic se apoderó del micrófono para espetar, en tono de broma, la frase “Convención culiá”, a lo que sumó además un insulto dirigido a sus compañeros de labores: “Convencionales conchesumadres”.
Tras provocar las risas de su acompañantes y advertir la sorpresa que generó su reacción en los periodistas presentes, Marinovic simuló sentirse sorprendida ante la posibilidad de estar siendo registrada por las cámaras. “¿No están grabando?”, preguntó, sin ocultar su irónica extrañeza.
La vicepresidenta adjunta Bárbara Sepúlveda, del PC, expresó en La Red su consternación por el grado de vulgaridad demostrado por la convencional de ultraderecha, quien nunca ha ocultado su rechazo a la posibilidad de escribir una nueva Constitución.
“Es claramente un exabrupto. A mí en particular me produce mucho conflicto ver que a pesar de que hemos estado trabajando para generar un buen clima de trabajo en un lugar que es complejo por las diferencias de opinión, que a veces son muy duras, pero no deben traducirse nunca en una descalificación, en improperio, en epítetos de esta categoría”, declaró Sepúlveda, quien recordó que la convencional Marinovic ya ha sido pasada al comité de Ética por otras polémicas.
La abogada “Lamentablemente algunos convencionales de la derecha no reconocen la legitimidad de un comité que se construyó colectivamente”, cuyas normas emanaron de una comisión transitoria de Ética que “trabajó con convencionales de derecha, inclusive”.
“Nunca es justificable una grosería”, concluyó.
ATON Chile.