Videovigilancia Urbana: Una Tendencia Imparable, También En Chile
Por Luis Mariano Vega, gerente de Ventas de Axis Communications.
Según cifras de la XV Encuesta de Victimización del Comercio a nivel nacional de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de Chile (CNC), se destaca que más del 51% de los encuestados a nivel nacional y en el Gran Santiago (propietarios de establecimientos comerciales, hoteles y restoranes), fueron víctimas de uno o más delitos.
Precisamente, muchos alcaldes y autoridades comunales están impulsando nuevas medidas de seguridad que integren la tecnología de punta, el recurso humano y la planificación estratégica de manera integral y coordinada con las fuerzas policiales y de investigaciones, para prevenir y reaccionar de forma cada vez más eficiente frente a este grave problema.
Los sistemas de videovigilancia han sido y continúan posicionándose como una alternativa real, efectiva y, sobretodo, altamente rentable a nivel mundial, regional y local. Muchos municipios están invirtiendo y los resultados están siendo cada vez más positivos.
Como ejemplo, la ciudad de Bucaramanga, en Colombia, celebró la reducción de crímenes en un 50% en las zonas monitoreadas por cámaras. La reducción en el hurto, la extorsión y las lesiones personales, entre otros delitos, evidencian un esfuerzo articulado que incluye la instalación de cámaras en esos entornos.
De hecho, la misma encuesta de la CNC ante la pregunta sobre las medidas más eficientes para combatir el robo y la delincuencia reflejó que los comerciantes y empresarios confían principalmente en el apoyo de cámaras de seguridad (86,1%), por sobre otras como las protecciones/rejas o la instalación de alarmas.
Las nuevas generaciones de cámaras de vigilancia son cada vez más inteligentes, funcionales y especializadas, por ejemplo aquellas integradas con software para el reconocimiento facial y con opciones para ser utilizadas en vehículos, como las patrullas de seguridad municipal o la policía.
Pero lo más efectivo hoy para la reducción del crimen es la combinación de tecnologías de punta con un trabajo de inteligencia, basado en datos fiables y que permitan efectivamente identificar a personas y vehículos, deducir tendencias, anticiparse a los hechos y ofrecer al ciudadano un retorno sobre su inversión que haga sentido a largo plazo – cinco, siete, diez años.
Experiencias locales
Una de las experiencias de implementación de tecnologías de videovigilancia para gestionar las emergencias ciudadanas se concretó en el Municipio de Concón, gracias a un moderno sistema de cámaras full HD integradas a altavoces IP que ha permitido prevenir delitos, tanto en los hogares de sus residentes, como en las zonas turísticas, especialmente en los períodos estivales, donde la población flotante crece considerablemente.
La moderna red de cámaras cuenta con 360 grados con un alcance visual de hasta 2 kilómetros cuadrados y están integradas a una red de altavoces digitales que permiten dotar a las autoridades de una comunicación en tiempo real por audio.
Otro ejemplo relevante de implementación exitosa lo vemos en el municipio de Vicente López, vecino de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina, que implementó una red de más de 800 cámaras en las calles, transformándose en una referencia internacional en este ámbito.
El impacto de esta implementación en la operación de la ciudad fue inmediato, pues permite proteger al ciudadano y responder rápidamente ante cualquier incidente que pudiera suceder, sea un delito, una discusión de tránsito o la identificación de sospechosos. Todo eso sin ningún fallo en las cámaras en 5 años.
Como podemos apreciar, estos casos cercanos nos reflejan que la tecnología y las mejores prácticas para velar por la seguridad de personas, bienes e infraestructura pública están a la vista, optimizando los recursos disponibles por los gobiernos locales para poder destinarlos a otros ámbitos como salud, educación, medio ambiente o transporte.
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